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Hoy más que nunca y mañana más que hoy, la tecnología ha tomado un rol importantísimo en el mundo, a nivel económico, cultural y social. Tanto ha sido el auge tecnológico de las últimas décadas que las computadoras han logrado desempeñarse en tareas que antes eran ocupadas por personas, tales como la literatura, aritmética y resolución de problemas. 

Particularmente en Chile, estas labores incluyen a poco más del 50% de la fuerza de trabajo (Elliott, 2017). Este escenario no es muy distinto en los países desarrollados, lo cual nos ha llevado a cuestionarnos si efectivamente estamos preparados para complementarnos con la tecnología o más bien a competir con ella.

En cuanto a la educación se refiere y a la necesidad de aportar a la formación de profesionales innovadores y dinámicos, los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) han cobrado mayor relevancia ya que están estrechamente relacionados con la capacidad de innovación nacional y son ampliamente valorados en todos los sectores de la economía (National Science Board, 2015).

Es así que el énfasis en la creación de programas educativos desde temprana edad centrados en el desarrollo de habilidades STEM ha aumentado a nivel global, en respuesta a las tendencias de esta década (Ritz y Fan, 2015).

La incorporación de estas nuevas habilidades al currículum escolar tiene implicaciones importantes para los sistemas educativos y de formación, ante el desafío de desarrollar efectivamente la capacidad de adaptación de los estudiantes bajo mecanismos sólidos (OCDE, 2018) que les permitan crear competencias útiles para su futuro.

La programación, un campo del área STEM

Estudios han demostrado que los niños pueden aprender e incorporar habilidades de Pensamiento Computacional (CT), lo que ha impulsado a las autoridades a integrar este campo en el currículum escolar. (Frontiers in Education, 2021)

Es más, los investigadores apoyan la idea de que no solo se enseñe habilidades de resolución de problemas, sino que también se les proporcione a los niños nuevas formas de expresarse, apoyando su desarrollo cognitivo, socioemocional y del lenguaje. (Frontiers in Education, 2021)

De hecho, la programación no es una actividad cognitiva que solo involucra la resolución de problemas y la lógica, sino que también es un medio para expresarse que compromete las aristas emocionales y sociales. (Bers,2020)

Ahora bien, ¿cómo incorporamos la programación al plan de estudios de manera efectiva? La respuesta es a través de juegos, particularmente por medio de apps que enseñen a programar a los niños de manera divertida. 

Apps de programación para niños 

A través del trabajo conjunto de las autoridades y el número creciente de aplicaciones que ofrecen ejercicios de programación, puzzles y desafíos, es más fácil para los educadores introducir a los alumnos de manera amigable al Pensamiento Computacional (CT).

Para este desafío, se consideran cuatro pilares fundamentales para introducir a los niños a la programación, con el fin de obtener fluidez en este campo: proyectos, compañeros, pasión y juego. (Frontiers in Education, 2021) Por eso se plantea la implementación de asignaturas de programación a través del trabajo en equipo, sin perder de vista la pasión y el juego que hacen divertido el aprender a programar.

 

En conclusión, en muchos países actualmente se contempla el desarrollo de habilidades en pensamiento computacional y programación durante los primeros años de educación. Este escenario, combinado con la accesibilidad cada vez mayor a pantallas táctiles, aportan al debate de “¿Cómo introducir a los niños a la programación de manera efectiva?” Y el foco de implementación es la incorporación de materiales didácticos apropiados, un diseño pedagógico sólido y docentes capacitados para la tarea.

El Nuevo Programa para impartir Programación a estudiantes de colegios

Es debido a todas las ventajas de incorporar la programación al plan de estudios escolar, y gracias al apoyo de la Fundación MC, que estamos implementando un proyecto educativo para integrar la enseñanza de tecnologías desde temprana edad y ser parte de este desafío.

Estamos capacitando a un total de 100 estudiantes en dos colegios: el Instituto Cumbres de Cóndores Poniente y el Instituto Cumbres de Cóndores Oriente. Ambos ubicados en la comuna de Renca, en la Región Metropolitana de Santiago.

Esperamos que el programa cumpla con los objetivos de aprendizaje y además le entregue a los alumnos otra opción de descubrir sus capacidades e iniciar sus carreras profesionales.